El complejo de cavernas fue descubierto hace más de un siglo, pero llevada 24 años cerrado por su mal estado de conservación.
Los aborígenes canarios cavaron una cueva artificial en la piedra volcánica de la isla de Gran Canaria, y adornaron sus paredes con frisos de motivos geométricos. Mañana se abre al público este complejo de cavernas, conocido como Cueva Pintada, y que constituye uno de los yacimientos arqueológicos más representativos del archipiélago. La cueva fue descubierta hace más de un siglo, y llevaba 24 años cerrada al público. A su alrededor se ha excavado además un poblado con restos de casas en las que se conservan los ajuares como testimonio de lo que allí sucedía hace centenares de años, entre los siglos VI y XVI.
Fue por casualidad que se encontró la cueva, allá por 1862, cuando en la zona se realizaban trabajos agrícolas relacionados con la cría de la cochinilla. Sin embargo, hubo que esperar 11 años hasta que un paisano se deslizada por una estrecha abertura en el techo de una de sus cámaras y descubriera las pinturas geométricas que decoraban sus paredes. Fue entonces cuando empezó a conocerse como Cueva Pintada, nombre que he hecho fortuna y se ha mantenido hasta la actualidad.
Las autoridades no hicieron esfuerzo alguno durante casi un siglo para preservar este monumento. No fue hasta 1970 cuando, ante su evidente deterioro, la Comisaría General de Excavaciones Arqueológicas procedió a la limpieza y protección contra la humedad de las pinturas. Así se descubrió una red de cuevas al tiempo que, por la torpeza de los que trabajaban en el desescombro, se destruía gran parte del complejo. En 1972 se declaró Monumento Histórico Artístico. Ocho años después saltaban de nuevo las alarmas ante su progresivo deterioro por las altas temperaturas y la humedad provocadas por los visitantes y los regadíos del entorno. La cueva se cerró en 1982, y se abrirá de nuevo mañana.
Los responsables del museo esperan a más de 150.000 visitantes al año. A la inauguración acudirán mañana el presidente del Gobierno regional, Adán Martín; el del Cabildo grancanario, José Manuel Soria; el alcalde de Gáldar, Manuel Godoy; y más de 300 invitados, entre políticos, historiadores y arqueólogos. Los habitantes del lugar se han quejado por la falta de señalización y de actos públicos con motivo de la inauguración; los comerciantes señalan además que no se ha previsto la explosión turística que ocasionará la apertura de la cueva.
Fuente: El País
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