Antes de que finalice el año, la asociación Tamal presentará un proyecto para realizar en el área un centro de recuperación del Neolítico.
Veintiocho serán las hectáreas destinadas a la reconstrucción de un pasado lejano con la intención de ir oteando nuevos horizontes de futuro para la Sierra de Cádiz. La asociación juvenil Tamal espera la cesión de los terrenos, por parte de la Junta de Andalucía, para poder materializar el proyecto de creación de un centro de interpretación y recuperación de un poblado neolítico. Una iniciativa que surgió debido a la puesta en valor de los restos del Dolmen del Juncal.
El cerro de La Albuera, a pocos metros del campamento juvenil Cerro Mulera, donde actualmente se encuentra el monumento megalítico, sería la ubicación escogida para la realización de la idea que potenciara "tanto la protección de los restos como un revertimiento económico en la zona con la consecuente potenciación del turismo rural", según indica el coordinador de Tamal, José Arroyo.
"Esperamos que no exista ningún problema en la cesión de los terrenos con la Junta, pues ya la Conferencia Hidrográfica del Guadalquivir nos dio el visto bueno antes de que sus poderes sobre la zona pasaran a la Junta", anhela el coordinador de la asociación de Ubrique.
Arroyo, junto con su equipo, ultima actualmente el proyecto que "casi con toda seguridad" será presentado antes de que finalice el año al Plan de Desarrollo Sostenible, que se estrenó hace pocos días en la Sierra de Grazalema.
La idea central de la iniciativa se basa en la reconstrucción del monumento funerario, tal y como se encontró, junto al embalse de Los Hurones. Para ello, ya se han encargado réplicas de las piezas para hacer el túmulo con las mismas dimensiones, con la intención de instalar un ajuar propio de la cámara funeraria. "Algo así como la Capilla Sixtina de Altamira, una reconstrucción destinada a ser visitada para que las piezas originales no se estropeen", apunta Arroyo. También se pretende representar un poblado neolítico donde los chozos "estarán construidos con piedras sueltas, utilizando una técnica conocida por muchas personas de esta zona, que serán quienes nos ayuden", adelanta el coordinador.
Además del indudable interés cultural del proyecto, desde la asociación se hace hincapié en su "gran atractivo turístico y didáctico". Así, podría convertirse en un lugar ideal para ser visitado "por colegios, grupos de niños y jóvenes" pues el centro de interpretación se complementaría con actividades deportivas y lúdicas adecuadas a la zona.
"La amplitud de la zona y su localización, entre los parques naturales Sierra de Grazalema y Los Alcornocales, también nos permitiría acoger un complejo de reserva de fauna ibérica y un centro de observación de aves", informa Arroyo, que cree que todas estas actividades podrían ser compatibles.
Arroyo, además, llama la atención sobre los diferentes restos romanos que existen en el lugar como una arquería, una mansión y un molino de aceite. "La verdad es que se podría formar un itinerario muy interesante.
Fuente: Diario de Cádiz.
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