Los indígenas a lo largo del río Grande fueron llamados Chichime-cas por los Aztecas KEVIN GARCIA El Nuevo Heraldo
Bárbaros de TexasAunque ignorados, los nativos texanos fueron reconocidos por las civilizaciones más grandes.“Los aztecas los hubieran llamado chichimecas”, dijo Zavaleta. “Los antropólogos los llaman coahuiltecas”.El término coahuilteca se refiere a las varias gentes que vivieron en lo que son ahora los estados actuales de Coahuila y Texas. Esto se aplicó normalmente a los grupos que vivían a lo largo del río Grande.“Cuando estudias las crónicas españolas, éstas asocian a la gente por dónde vivían, o por las características que tenían”, explicó Zavaleta. “Estos no eran los nombres que se daban a sí mismos esas gentes”.El nombre “chichimeca”, usado con más frecuencia por los exploradores españoles, fue formado originalmente por los aztecas para describir a la gente del norte de México. El término implicaba que eran gente salvaje e incivilizada, parecido a los romanos que llamaban a los germanos y celtas tribus “bárbaras”.Los historiadores españoles parecen estar de acuerdo con la evaluación azteca.“No estaban organizados como tribus y eso volvía locos a los españoles porque ellos trataban de registrar sus nombres”, dijo Thomas Hester, profesor emérito de Antropología en la Universidad de Texas en Austin. “Ellos estaban realmente organizados más por el idioma que hablaban y esa era una situación muy confusa para los españoles”.Lo que se conoce como “nativos texanos”, viene de las descripciones de gentes vecinas y de sitios arqueológicos descubiertos recientemente, dijo Hester.“No tenían ninguna agricultura, pero el que alguien fuera cazador y recolector, no significa que fuera un idiota que saltara de la cama y buscara algo para meterse en la boca”, dijo Hester. “Yo siempre he pensado que los cazadores y recolectores eran mucho más listos que los agricultores. Ellos no dependían del clima”.El primer Día de Acción de GraciasEn sus movimientos de temporada, los nativos texanos se reunían regularmente con otros grupos nómadas para compartir ideas y servicios.“Se reunían anualmente – abuelos, primos, hermanas, hermanos – para intercambiar mercancías, alimentos y para casar a sus hijos e hijas”, dijo Zavaleta.“Eran expertos en la explotación y cultivo del medio ambiente”, dijo Zavaleta. “En esta época del año, estas personas hubieran recolectado patos, gansos, pavos y venados. Sabían exactamente cuales plantas eran comestibles y cuales eran medicinales”.Los españoles se adaptaron rápidamente a la dieta local, cenando pavo y ostras con los texanos nativos mucho antes que los peregrinos llegaran a Nueva Inglaterra.Pero sin agricultura ni oro, los españoles vieron a los nativos texanos como esclavos en potencia en lugar de como socios comerciales.Hester dijo que los Coahuiltecas eran mucho más interesantes de lo que la piensa la mayoría.“Una de las cosas en las que trabajé mucho tiempo, fue el hecho de que había relación entre los cazadores y recolectores en el delta del río Grande y la orilla de las civilizaciones mesoamericanas”, dijo Hester.Una civilización conocida como los huastecas había colonizado varias cadenas montañosas en lo que es ahora Tamaulipas y según descubrimientos arqueológicos, se relacionaban regularmente con los llamados bárbaros.“Tenían alguna clase de comercio con estos cazadores y recolec-tores en el delta”, explicó Hester. “Cuando se han descubierto entierros y otros sitios en el delta durante los últimos 50 o 60 años, se han encontrado piezas de jade, obsidiana y piezas pintadas con motivos huastecos”.Lo que es más, documentos aztecas sobrevivientes, demuestran que los tributos de las áreas aztecas incluían cochas características de la costa de Texas. El arte y artefactos de los nativos texanos viajaron por las rutas comerciales hasta el corazón del Imperio Azteca.Nativos texanos de hoyEs difícil encontrar información sobre los primeros texanos, pero los nativos texanos no están olvida-dos.“Se debe principalmente a que los grupos de indígenas nativos habían casi desaparecido para cuando se formó México y llegaron los mexicanos y los anglos”, dijo Hester. “Quedaban unos cuantos indígenas, pero nadie les prestó atención”.A pesar de la falta de informa-ción en los libros de historia y la falta de reconocimiento en la cultura popular, Zavaleta dijo que los nativos texanos no están muertos.“No desaparecieron”, dijo. “Es-tán aquí a nuestro alredor, absorbidos por la población. Ellos somos nosotros.“La mayoría de los que nosotros llamaríamos mexicano-americano son lo que se llamaban mestizos, una mezcla de nativos mexicanos y españoles”, dijo Zavaleta. “Me sorprendería si no tuviéramos sangre de nativos texanos en las venas”.
Fuente: El Nuevo Heraldo
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