El Financiero en línea
Tres Zapotes, Ver., 21 de noviembre.- Con el 50 por ciento de los trabajos realizados, la remodelación a la que es sometido el Museo de Tres Zapotes, en Veracruz, sobre la cultura Olmeca, concluirá el 15 de diciembre próximo.
Una desconocida y sinuosa ruta de acceso, la falta de señalización que indique su localización exacta y una zona arqueológica desperdigada entre terrenos ejidales que se mantienen sin protección, son algunas de las problemáticas que enfrenta uno de los más importantes sitios arqueológicos de la llamada "cultura madre".
Con una inversión de dos millones 715 mil 761 pesos aportados por el Consejo de Desarrollo del Papaloapan (Codepap), del gobierno de Veracruz, el museo abrirá sus puertas totalmente remodelado y con
la exhibición de los últimos descubrimientos que especialistas mexicanos y estadounidenses han hecho en el lugar.
Eloy Hernández González, auxiliar administrativo del museo, explicó que la "remodelación lleva un avance del 50 por ciento", pues el recinto construido en 1975, "ya tiene más de 30 años de servicio y requería una remodelación, nos hemos ido quedando muy atrasados y ya se está modernizando".
Con esos trabajos, agregó, "se están agregando los requisitos que se piden (a una construcción moderna), como la rampa para minusválidos, baños para personas con capacidades especiales, en fin, se está haciendo una remodelación al ciento por ciento", y con ellos se espera ampliar el número de visitantes.
Por ahora, llegar al museo de una de las tres zonas olmecas veracruzanas más importantes puede resultar una odisea, y así lo demuestran los escasos visitantes, entre 200 y mil, que lo recorren cada mes, a pesar de contar con unas de las colecciones más sobresalientes y llamativas de escultura monumental de la región.
Localizado a cuatro kilómetros al sureste de Santiago Tuxtla, Veracruz, pocas personas pueden dar referencia sobre el Museo de Tres Zapotes en este poblado, a pesar de que en los últimos meses una ruta de camiones cubre regularmente el trayecto cada dos horas.
En Tres Zapotes todos sus pobladores saben que existen vestigios arqueológicos, sin embargo, algunos no saben que hay un museo que fue construido en 1975, por lo que tras cubrir un trayecto de más de una
hora por una tortuosa carretera en la que no existe ni una señal que indique la próxima llegada a la trascendente zona, llegar al recinto resulta una especie de viaje del que se desconoce su fin.
Tres Zapotes es un viejo poblado rodeado de terrenos ejidales que no cuenta siquiera con una destartalada señal de que ahí existe el museo, sólo caminando por su sucias calles y preguntando a los más viejos o dueños de algunos comercios es posible ubicar el lugar que resguarda cabezas colosales, estelas y otros utensilios de la cultura Olmeca.
Con la remodelación, señaló Hernández González, el museo contará "en la fachada principal con la reproducción de un mural en mosaico de (Miguel) Covarrubias", que mostrará a un jaguar con las fauces abiertas que "dará la sensación al que entre de que se lo come, incluyendo la mística para pasar a la sala y encontrarse con la estela C, una de las más bellamente elaboradas".
Los trabajos iniciados en julio pasado son realizados por las empresa Ingenieria Regional de Veracruz y esperan beneficiar a unos 54 mil 522 habitantes, y el Instituto Nacional de Antrología e Historia (INAH) contribuye "con la supervisión de las piezas, ya que la obra viene por parte del Codepap", aclaró.
De acuerdo con Hernández González, se cuenta con tres custodios que resguardan el lugar, sin embargo la zona donde se asentó la cultura Olmeca pertenece a ejidos y comprende más de dos kilómetros cuadrados, y "quien lo trabaja in situ es el profesor arqueólogo Christopher Pool, de la Universidad de Kentucky, en Lexington".
Se cuenta, dijo, "con un acervo pequeño, compuesto por hachas, figurillas, metates, además al museo se meterá material nuevo tanto del proyecto de Pool, que consisten en el rescate de dos entierros y unos entierros nuevos que se hicieron en el camino que va a Ciudad Lerdo, cerca del Panteón de Tres Zapotes".
Indicó que en ese lugar trabajan los arqueólogos mexicanos, Carmen Rodríguez y Ponciano Ortiz, quienes hayaron dos entierros que incluyen "restos óseos que llevaban sus ofrendas y que fueron encontrados de casualidad porque estaban metiendo la maquinaria para el drenaje".
En el Museo de Tres Zapotes se exhiben, además, "la primera cabeza colosal de Huayapan, la estela C segundo fragmento, la estela A, la estela D, la piedra de la vida y de la muerte, y un altar que se hará como se debió haber encontrado, ya que cuando se encontró, en 1975, sólo se rescató y no se montó como debió ser", indicó.
A pesar de la importancia del lugar, añadió Hernández, el museo es visitado por apenas entre 200 y 300 personas al més en septiembre y octubre, por las lluvias, "pues los camino se ponen feos", y "hasta mil personas al mes" el resto del año, en temporada alta.
"Se tiene contemplado que el museo quede abierto a partir del 15 de diciembre, pues en esta fecha la compañía (constructora) entregará la obra, pero veremos porque siempre los factores climatológicos lo impiden", puntualizó.
Subrayó que con tales obras se espera ampliar el número de visitantes y beneficiar a la población del lugar, que puede ofrecer diferentes servicios a quienes les visiten.
Refirió que "sólo se da mantenimiento (al sitio) de acuerdo a las entradas al museo, que es de 24 pesos por persona, con sus respectivas excepciones", y no obstante que "en la carretera siempre los pido (los letreros de señalización) no los ponen".
El sitio arqueológico de Tres Zapotes es considerado como uno de los más importantes de la cultura Olmeca en la llanura costera del Golfo de México, con una cronología que abarca desde el Preclásico (1800 a.C. a 200 a.C.) hasta el Posclásico Temprano (900-1500 d.C.). (Con información de Notimex/MVC)
Fuente: El Financiero en Línea
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