El ourensano Marcos Martinón enseña e investiga arqueología en Londres. Entre sus proyectos analiza restos de los laboratorios de alquimia mientras dirige siete tesis.
-¿Qué hace en el campo alquímico?
-Trato de analizar los crisoles para ver cómo se hacían y estudiar los residuos para ver qué reacción química tenían. Y esa información nos dice más que los textos. En la Edad Media estaban muy solicitados unos crisoles hechos en Alemania. Eran los que hoy se emplean para aviones y aislamientos térmicos y así descubrimos por qué eran tan solicitados en el siglo XV. Lo publicamos en «Nature». También investigo yacimientos coloniales en el Caribe analizando restos para completar la historia de la conquista de América desde la perspectiva del pueblo indígena a través de sus objetos.
-Arqueología es investigar, Marcos.
-La investigación y la docencia van de la mano. Tienen que ir. Y transmitir pasión porque yo disfruto con lo que hago.
-¿Cómo ve el panorama arqueológico gallego desde Inglaterra?
-Se están haciendo trabajos interesantes con propuestas nuevas y buena formación a los estudiantes, muestra de ello es este simposio.
-¿Qué diferencia a la arqueología británica de la nuestra?
-En Gran Bretaña hay más confianza en nuestro trabajo, en las posibilidades de la arqueología. El público le ve mayor atractivo, los estudiantes se animan y hay mucha inversión privada. Es una comunicación más fluida entre el mundo académico y la sociedad. Pero en cuanto a formación estamos igual aquí, en Galicia. La riqueza arqueológica gallega es igual o mayor que la británica sin duda.
-¿Por qué eligió Gran Bretaña?
-Quería ir allí y tuve dos becas, una de la Fundación Barrié y otra de Caixanova para mi tesis doctoral. Salió una plaza de profesor y me quedé. Me sirve para expandir mi mente y ensanchar miras. Tengo esperanzas de volver a Galicia.
Fuente: La Voz de Galicia
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