?os arqueólogos acaban de localizar en la excavación del puente de O Burgo un tercer miliario romano, aunque de momento se muestran muy prudentes sobre este hallazgo.
La pieza apareció a pocos metros del miliario de Adriano (134 d. C.) encontrado en la intervención de 1988, y del de Maximino II ( siglo IV d.C.) descubierto el pasado 31 de octubre y actualmente expuesto en las Ruinas de Santo Domingo.
El tercer miliario todavía no ha sido desenterrado. De momento sólo afloran unos veinte centímetros de la parte superior y los arqueólogos aún tardarán unos cuantos días en destaparlo completamente y extraerlo para su correcta y completa documentación.
En el pequeño trozo que está a la vista ya se aprecian los primeros signos de una inscripción y se presupone que puede ser más antiguo que el miliario de Maximino II por ser una pieza más trabajada y menos tosca.
Al pie de la excavación estaban ayer el arqueólogo director de la misma, Xurxo Constela Doce, y el arqueólogo municipal, Xoán Carlos Castro Carrera, quienes prefieren hablar de momento de indicios hasta que se avance en el destierre y se compruebe si es un miliario o no y si es un fragmento o la pieza está completa.
Los miliarios marcaban los puntos kilométricos de las vías romanas, en este caso de la vía XIX, que discurría entre Braga y Lugo y donde se asentaba la mansión Turoqua, origen de la ciudad de Pontevedra. Xoán Carlos Castro indicó que no es tan extraño que aparezcan tres miliarios, en caso de confirmarse el tercero, en la misma zona de O Burgo.
«Sempre se pensou que aquí estaría a ponte romana e sería un punto importante na vía XIX de comunicacións marítimas e terrestres de certa entidade, polo que interesaría significalo cando se fixeran reparacións». Además, señaló que la aparición del miliario de Adriano y del de Maximino, entre los cuales hay un par de siglos, denota la larga perduración de la vía XIX durante de tres o cuatro siglos, «e nun lapso tan longo de tempo tampouco sería tan raro atopar este tipo de pezas que fan referencia a distintos momentos de reformas e ampliacións».
El de Maximino II, expuesto en Santo Domingo, no tiene indicación de distancia kilométrica, lo que lleva a pensar que tenía una finalidad propagandística.
Fuente: La Voz de Galicia
No hay comentarios:
Publicar un comentario