21 julio 2006

El parque argárico de Los Cipreses recibe más de 10.000 visitantes al año.

Un curso de la Universidad del Mar, dirigido por el profesor Eiroa, está dedicado a los últimos estudios sobre esta cultura de la Edad del Bronce.

Finaliza hoy un curso de la Universidad del Mar dedicado a la Edad del Bronce en Murcia y el sureste y que está dirigido por el catedrático de Prehistoria de la Universidad de Murcia, Jorge Juan Eiroa García. Entre las actividades de este curso estuvo una visita guiada al parque arqueológico de Los Cipreses, una de las joyas de la cultura argárica que se conservan en el municipio y por el que, en el último año han pasado más de 10.000 visitantes.

El profesor Eiroa comentó que los arqueólogos «estamos empezando conocer otros conceptos distinto sobre ese periodo de la Edad del Bronce, que es crucial, por decirlo de alguna manera, en la formación europea. Estamos empezando a entrar en aspectos que antes nos eran prácticamente prohibitivos».

Eiroa habla de aspectos ideológicos, detalles sobre la economía, sobre la sociedad, sobre la forma de vida de aquellas gentes. «Son detalles que afectan tanto a las enfermedades que padecían, de qué morían, cuánto tiempo vivían, pirámides de edad, mortandad infantil, qué tipo de trabajo físico hacían, qué tipo de lesiones les provocaba, que nos están permitiendo conocer mucho mejor esta cultura».

Para el arqueólogo el avance que se está experimentando en los últimos años en el conocimiento del pueblo argárico ha sido enorme «gracias a la aplicación de técnicas y métodos de trabajo muy actuales. La tecnología nos permite hacer cosas que hace unos años eran imposibles».

Uno de los puntos del debate que en estos momentos está abierto sobre esa cultura que el profesor Eiroa se resiste a calificar de primitiva, es el de la organización social. «Se trata de una sociedad de jefatura, que está en ese límite tan complicado de analizar en el que las sociedades dejan de ser sociedades primitivas y pasan a ser sociedades prestatales o estatales».

Y añade que «el Argar está en ese límite porque la complejidad argárica es tal que hoy en día es uno de los puntos de debate más importantes. Precisamente la incógnita está en si podemos hablar de un estado argárico o una serie de estados con todo lo que supone de organización, de jefaturas, de manejo de excedentes de producción, de tránsito de mercancías a través de redes de comercio».

El descubrimiento de nuevos poblados argáricos en estos años, aparte de permitir una mayor profundización en la forma de vida de aquellas gentes que poblaron esta zona en torno a los 2000 años antes de Cristo y Eiroa opina que el yacimiento del Argar, en Almería, «no es el más importante. Dio nombre a la cultura porque fue el primero que se excavó, el que reveló la existencia de este grupo, pero hoy día no tiene la relevancia que el de Fuente Álamo, por ejemplo, o La Bastida, en Totana, o este mismo de los Cipreses, en Lorca».

El poblado del Rincón.

Entre los expertos que intervienen en este curso sobre la Edad del Bronce se encuentra Juana Ponce, conservadora del Museo Arqueológico, que apunta los problemas de conservación de algunos otros yacimientos argáricos importantes en el municipio, como es el caso del Rincón de Almendricos.

«En el Rincón se intervino hace unos años y se hizo algo de cartelería e, incluso, se señalizaron unas zonas de paso para que las visitas no alteraran los restos. Creo que valdría la pena abordar su recuperación, precisamente porque ha sido emblemático ya que fue el primero que se descubrió en llanura y, a raíz de las aquellas excavaciones, se ha conocido ese tipo de poblamiento en la cultura argárica hasta entonces desconocido», señala Juana Ponce.

También recuerda otro poblado singular, el del Cerro de las Viñas, en Coy. «La investigadora principal es la profesora María Manuela Ayala Juan que ha hecho muchas campañas de excavación y se han publicado algunos resultados, pero evidentemente sería conveniente plantear la posibilidad de hacer algún tipo de ruta, acondicionando adecuadamente este y otros yacimientos para el público en general ya que faltan las adecuadas señalizaciones.

Fuente: La Verdad.

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