03 febrero 2007

La tumba del rey Pakal será cerrada de manera definitiva al público


El nuevo sepulcro costó $5 millones

Los colores originales perdieron vivacidad por la humedad provocada por los turistas, dice el director de Centro INAH-Chiapas a La Jornada

MONICA MATEOS-VEGA

La tumba del rey Pakal, en Palenque, Chiapas, se cerrará definitivamente al público, debido al daño que le han ocasionado las más de 600 mil personas que cada año visitan esa zona arqueológica.

En cambio, en el museo de sitio del lugar, se podrá visitar una reproducción del sepulcro ''de primer mundo", la cual costó 5 millones de pesos, invertidos por la Secretaría de Turismo federal y el gobierno estatal, principalmente.

La inauguración del que esperan se convierta en uno de los principales atractivos de Palenque, se realizará cuando se coordinen las agendas de actividades del presidente Felipe Calderón y del gobernador Juan Sabines, confirmó el Centro del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Chiapas).

No obstante estar lista la reproducción de la tumba de Pakal desde diciembre, esta área permanece cerrada al público hasta que se realice la apertura oficial, la cual ''no tiene para cuándo". También se niega acceso a los medios de comunicación.

El recinto original donde los antiguos mayas depositaron los restos mortales de su gobernante Pakal, sólo se abrirá ahora a investigadores debidamente acreditados ante el INAH.

Medio siglo y millones de visitas

Los bajorrelieves de estuco de la tumba son los que más perjuicios tienen luego de casi 50 años con millones de visitas. Si bien las personas sólo podían asomarse al lugar mediante una reja, la humedad provocada por la presencia de los turistas y flashes de las cámaras fotográficas causaron que los colores originales (que datan de hace mil años) de las paredes perdieran vivacidad, explicó Emiliano Gallaga, director del Centro INAH-Chiapas, a La Jornada.

También, ''como ya es común en cualquier zona arqueológica", no faltan los rayones y grafitis en algunas paredes. ''El equilibrio del ambiente en el que permaneció la tumba desde su creación hasta el día de su descubrimiento, en 1952, se alteró con el turismo", insistió el funcionario.

Con la actualización y restructuración del Museo de Sitio de Palenque, llamado Alberto Ruz Lhuillier, en honor del arqueólogo descubridor de la tumba de Pakal, se ha convertido en el mejor de México en su género.

Se construyó un anexo al inmueble donde se presentará la reproducción del sepulcro del rey maya, ''en tamaño fiel al original, con la ventaja de que el visitante, a diferencia del recinto original, podrá observar desde diferentes ángulos el sarcófago y las paredes de la tumba", dijo Gallaga.

Agregó que también se construyó un mirador para ver desde arriba la copia del lugar donde descansaron los restos de Pakal. Las paredes con los glifos fueron remplazadas por un cristal resistente en el que se esgrafiaron las figuras de los señores de la noche que acompañan al personaje en su viaje al inframundo.

Además de cédulas informativas en inglés y español, se instalaron pantallas interactivas. El Museo de Sitio de Palenque ''ha quedado mejor que algunas salas del Museo Nacional de Antropología, donde aún se presenta la información de las piezas a la antigüita".

Gallaga comentó que con estas novedades museográficas se espera atraer el turismo al museo de sitio, pues hasta ahora sólo 20 por ciento de los visitantes lo recorrían. En el inmueble de dos niveles se exhiben unas 500 piezas, entre estelas, cerámica y diversos objetos de jade y concha, así como altares, maquetas, todo lo que se ha hallado en la zona, como unos incensarios y el ajuar de la Reina Roja, hallada a la izquierda del Templo de las Inscripciones.

El museo de sitio se localiza sobre el camino de acceso a la zona arqueológica, a la altura del kilómetro seis y medio, en lo que fue un hotel abandonado. El nuevo inmueble se construyó entre 1991 y 1993, año en que abrió sus puertas, aunque fue en 1958 cuando se estableció el primer museo de sitio formal en Palenque.

La colección del museo la conformó el propio Alberto Ruz Lhuillier, quien organizó las piezas, tanto las recuperadas por Miguel Ángel Fernández en los años 30, como el material producto de sus exploraciones, en los años 50.

En el conjunto central, los edificios principales son el Templo de las Inscripciones y el Palacio. El primero es el más importante por su tamaño, situación y significación y debe su nombre a los tableros esculpidos que contienen una de las más largas inscripciones glíficas mayas (620 glifos).

Es en esta hermosa construcción donde se encuentra el impresionante mausoleo de Pakal, en cuyo centro está un sarcófago de piedra caliza con silueta de cuerpo humano que fue sellado con una lápida de 3.8 por 2.2 metros, de cinco toneladas de peso. Los restos del rey fueron cubiertos de joyas y otras ofrendas.

Pakal murió el 31 de agosto del 683 dC, a los 80 años de edad. Ascendió al trono en el 615, a los 12 años, y gobernó 68 años. Durante su reinado convirtió a Palenque en la ciudad más importante de finales del periodo Clásico (250-900 dC). Sintiendo cercana la muerte, el gobernante maya inició la construcción de su templo funerario hacia el año 675.

Primero se construyó la tumba y luego la pirámide, pues las dimensiones del sarcófago y la lápida son mayores que la pequeña puerta de acceso a la cámara mortuoria, la cual, a partir de ahora regresa a las sombras, al inframundo, donde Pakal, según la creencia maya, sigue reinando.

fuente: La jornada

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