Jesús Celis anuncia un proyecto para descubrir estructuras utilizando para ello el georradar. Los vuelos realizados entre 2003 y 2006 revelan que la ciudad asturromana tenía al menos 20 calles más.Está a punto de publicarse en Zephyrus , la revista de la Universidad de Salamanca. Se trata de una investigación que Jesús Liz Guiral y Jesús Celis han venido realizando durante los últimos años en el yacimiento de Lancia.
Gracias a un proyecto basado en la realización de vuelos topográficos (que se han venido ejecutando dos veces al año entre el 2003 y el 2006), los arqueólogos han podido desentrañar el planeamiento urbanístico de la ciudad asturromana.
Todos los vuelos se han desarrollado desde finales de mayo a principios de junio, al ser en estos meses cuando se distinguen con mayor nitidez las estructuras soterradas, debido a las diferencias que provoca el crecimiento y coloración del maíz. El estudio, que ha ido acompañado de las campañas de excavación arqueológicas en la zona de Lancia, propiedad de la Diputación, se publicará a finales de año y vendrá a demostrar lo que los arqueólogos ya intuían: Lancia fue una de las ciudades más importantes del noroeste de Hispania.
Jesús Celis destaca que, además de por los materiales y estructuras halladas en los últimos años, las fuentes documentales también lo certifican. Así, recuerda que hubo habitantes de Lancia que consiguieron puestos de importancia en el Imperio.
El foro, junto a la Decumanus
Hay que subrayar el hecho de que, hasta el momento, apenas se han excavado dos calles, cuando los vuelos han desenterrado para los investigadores la certeza de que esta villa romana tenía al menos una veintena. «Hasta ahora habíamos probado la existencia de la calle principal, que fue la que encontró Jordá, la Cardo Máximo, así como la Decumanus Principal», destaca el director del ILC y arqueólogo del yacimiento, Jesús Celis.
Esta última pasaba por las termas y era una calle porticada. Los descubrimientos de campañas anteriores -gran número de restos marmóreos- a este verano han demostrado además que el foro debería haber estado junto a la Decumanus.
Con este descubrimiento se hace más necesario que nunca la adquisición de más terrenos del yacimiento por parte de la Diputación. Jesús Celis considera que, de llevarse finalmente a efecto, la institución provincial tendría que adquirir al menos 30 hectáreas.
En la última campaña, la excavación se centró en la excavación iniciada en la calle sur del mercado donde se encuentran, entre otras estructuras romanas, el taller metalúrgico. Además, los sondeos trataron de hallar el firme de la calle y el cerramiento del área de los
espacios relacionados con la cuida
del ganado.
La importancia de los edificios que yacen bajo el suelo de Lancia ha llevado a los arqueólogos a poner en marcha un proyecto que permita descubrir estas estructuras. Para ello, en la próxima campaña, los arqueólogos se servirán de la técnica del georradar, como ya ha ocurrido en la Basílica de San Isidoro. El georradar permite conocer la profundidad y forma aproximada de las acumulaciones de materiales derrumbados y confirmar sin margen de error la existencia de restos arquitectónicos enterrados.
Esta técnica ya se utiliza en otras excavaciones arqueológicas, caso del yacimiento de Numancia, donde se ha usado con el fin de encontrar las estructuras de la antigua ciudad celtibérica y romana. No obstante, hay que recordar que en los años ochenta, los arqueólogos ya se sirvieron en Lancia de sistemas electromagnéticos de detección de estructuras enterradas por los siglos.
Fuente: http://www.diariodeleon.es/
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