30 octubre 2007

El castillo de Sagunt muestra su cara íbera


Mónica Arribas, Sagunt Las últimas excavaciones realizadas en el castillo de Sagunt han deparado nuevas sorpresas a los investigadores.

Los trabajos han sacado a la luz unas estructuras de cronología muy antigua que apuntan a que el acceso medieval al recinto también fue en su día utilizado por los íberos varios siglos antes de Cristo. El concejal de Cultura de Sagunt, Vicente Vayá, ha confirmado a Levante-EMV que los restos descubiertos «son muy interesantes» y que, a raíz de su aparición, se baraja ampliar las excavaciones para completar el conocimiento del lugar. Además, se va a estudiar la posibilidad de dejar visibles algunos hallazgos y, por tanto, modificar el proyecto redactado para recuperar esta entrada al monumento. De momento, se desconoce la datación exacta de los restos pues las arqueólogas María Teresa Sánchez y Carme Antoni aún estudian todos los materiales descubiertos.
Las nuevas estructuras apuntan a que la protección de esta entrada al castillo fue una constante desde la época íbera hasta la islámica; un último periodo del que se recabó mucha información en las excavaciones realizadas hace unos meses, dentro del convenio entre Unión Fenosa y el ayuntamiento.
Los primeros trabajos arqueológicos en esta zona estuvieron a cargo de Ignacio Pascual y Carmen Aranegui, que en 1992 estudiaron la cercana torre de unos 4 metros de altura. Entonces, esta estructura fue datada en el siglo II antes de Cristo pero ahora no se descarta que los nuevos hallazgos sean más antiguos. Nuevo centro de visitantes La reciente campaña de excavaciones se enmarca dentro de las obras impulsadas por el ayuntamiento, la conselleria y el ministerio con tal de recuperar la antigua puerta medieval como acceso peatonal al castillo y hacer un centro de recepción de visitantes.
Se trata de la intervención más ambiciosa que se ha realizado en este monumento nacional desde hace décadas y, con ella, se pretende acabar con el abandono del recinto que ya denunció hace años el Consell Valencià de Cultura.
La clave está en que la actuación permitirá acabar con múltiples deficiencias, pues el monumento carece de servicios básicos como lavabos, fuentes o paneles explicativos de sus más de 2.000 años de historia; un largo listado de inconvenientes que no impiden que más de 70.000 personas acudan anualmente al lugar, en busca del escenario donde se desató la II Guerra Púnica.
La empresa Estudio Método de la Restauración S.L. (E.M.R.) realiza desde hace unos meses estas obras financiadas por el Ministerio de Cultura, que fueron adjudicadas por 924.885,94 euros y se complementarán con mejoras valoradas en otros 71.000.
El proyecto redactado en su día por la Conselleria de Cultura incluía la restauración de la torre iberorromana ubicada junto al acceso medieval hasta recuperar sus 8 metros de alzado originales. Además, permitía la creación de un mirador en su parte superior.

Fuente: Levante-EMV

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