17 enero 2006

Declaran Bien de Interés Cultural el yacimiento de "Los Cipreses".



El Gobierno regional aprobó el pasado viernes el decreto por el que se declara Bien de Interés Cultural (BIC), con categoría de zona arqueológica, el yacimiento argárico de Los Cipreses. La Dirección General de Cultura había incoado expediente a favor de este yacimiento en julio de 2005, con el informe favorable de la Real Academia de Bellas Artes de Santa María de la Arrixaca, señalando la especial significación del mismo y la necesidad de protegerlo.El yacimiento se encuentra en el paraje de Oñate, perteneciente a la diputación de La Torrecilla y en el mismo se ubica el primer parque arqueológico de época prehistórica de la Región, que abrió sus puertas al público en 2004.Se trata de un poblado prehistórico de la Edad del Bronce perteneciente a la cultura del Argar, cuyos vestigios pueden datarse como pertenecientes al año 1890 antes de Cristo, según los arqueólogos municipales que trabajaron en el proyecto de su recuperación.Los trabajos de excavación comenzaron en 1992 cuando se inició la construcción de un polideportivo cercano. Los restos arqueológicos, con más de 3.800 años de antigüedad, pueden verse en el Museo Arqueológico, mientras que en el parque de Torrecilla han sido sustituidos por réplicas.El de Los Cipreses es el primer parque arqueológico interactivo del territorio autonómico siendo además uno de los poblados argáricos en llanura más importantes de la península.El visitante puede ver en el parque una zona de sepulcros con 15 enterramientos, en su mayor parte infantiles, en cista de mampostería o lajas de pizarra, enterramientos en urna o tinaja y en fosas rodeadas de piedras, junto a ajuares dispuestos en un compartimento anexo a las tumbas que de momento son únicos.También se encuentran en el parque viviendas que conservan elementos básicos como hogares, postes de sujeción, zonas de almacenaje y de molienda, estancias destinadas a la colocación de telares y un horno de pan. Además, hay una maqueta del poblado que permite ofrecer al visitante una visión de conjunto e incluye un panel táctil para el uso de invidentes, junto a paneles bilingües que con dibujos que recrean el tema alusivo al texto.Asimismo, dispone de un viario interior, enterramientos tallados en piedra recreando la disposición de los cadáveres localizados y sus respectivos ajuares funerarios (que contienen armas, pulseras, pendientes y vasijas cerámicas), además de la reproducción de una de las ocho casas localizadas a tamaño natural con el mobiliario documentado. Antes de su apertura al público el yacimiento fue repoblado con las mismas especies vegetales que existieron en la zona en la época en la que se desarrolló la vida en el mismo, como romero, lavanda y salvia, jara, esparto, encinas y algarrobos.El proyecto del museo al aire libre supuso una inversión total de 591.000 euros. El parque fue construido entre los años 2002 y 2003 por una treintena de mujeres de un taller de empleo que han sido formadas en los perfiles profesionales de auxiliar de excavaciones arqueológicas, auxiliar de recuperación de patrimonio y jardinería de planta autóctona.

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