El catedrático de Arqueología de la Universidad de Zaragoza, Manuel Martín Bueno, dirigirá el estudio y tratamiento de las estacas aparecidas en las obras que se están realizando en el Puente de Piedra y que permitirán la navegación en el río Ebro.
La consejería de Cultura del Gobierno de Aragón comunicó ayer a este investigador --reconocido mundialmente por sus trabajos en arqueología subacuática y por ser pionero en las excavaciones antárticas-- que su laboratorio es el elegido para analizar este material leñoso. El laboratorio en el que trabaja Martín Bueno es uno de los tres que existen especializados en maderas empapadas. La trayectoria del equipo del arqueólogo aragonés avala su contratación.
El estudioso todavía no ha podido ver los restos que aparecieron la pasada semana y que, por exigencias de la dirección general de Patrimonio del Gobierno de Aragón, deben ser analizados para que se hagan las obras. Sin embargo, ya anticipó ayer que este tipo de material no es "ajeno" a lo que habitualmente realiza, por lo que seguirá un procedimiento de estudio clásico. Por este motivo, Martín Bueno estudiará previamente "la documentación" existente sobre las distintas obras realizadas a lo largo de la historia en el puente y, ya en el laboratorio, realizará análisis dendrocronológicos (comprobar la edad del material a través del estudio de los anillos de la madera).
En principio las estacas aparecidas fueron empleadas en la sujeción del puente durante el siglo XVIII, pero esto es algo que no puede corroborar el profesor hasta que no lo analice con detalle. La próxima semana empezará con los análisis que determinarán la época histórica y se iniciarán los trabajos de reparación y conservación.
Según fuentes de Cultura, el material que se ha recuperado está en mal estado. El profesor Martín Bueno indicó sobre esta cuestión que la madera que está durante siglos en contacto con el agua solo sufre en el caso de que padezca los ataques "de actividades mecánicas o microorganismos" y que el momento crítico para que se preserve su estado es cuando se rompe el equilibrio, se retira del agua (ya sea dulce, como en este caso, o salada) y se deja a la intemperie. Por este motivo, Martín Bueno señaló que lo fundamental es que la empresa que realiza las excavaciones extraiga "con seguridad" estos materiales y "bajo la supervisión del laboratorio" que luego realizará el estudio de la madera.
Los pilotajes de madera para construir puentes se realizan desde época prerromana, y han perdurado en el tiempo hasta hace poco más de medio siglo.
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