Los arqueólogos han desarrollado este verano la séptima campaña de excavaciones en este destacado yacimiento.
HERALDO. Zaragoza
Las excavaciones que se están realizando en la ciudad celtibérica de Segeda I , en Zaragoza, han descubierto la base de una fragua, el primero de estos testimonios metalúrgicos conocidos en esta etapa histórica, y dos pequeños textos, de los más antiguos que se conocen de la Celtiberia.
Los hallazgos podrán ser apreciados el próximo domingo por los visitantes que lo deseen, quienes, además, podrán examinar la zona de arqueología experimental y una exposición en la localidad de Mara, según informaron ayer los científicos.
Durante los meses de verano se ha desarrollado la VIII Campaña de Excavaciones Arqueológicas de esta ciudad celtibérica, dirigidas por miembros de la Universidad de Zaragoza y diversos arqueólogos. En total, en los trabajos han participado 80 estudiantes y licenciados de universidades nacionales y extranjeras.Las excavaciones arqueológicas se han centrado en la denominada Área 4, situada a 400 metros de la vertiente sur del Poyo de Mara, lo que supone una continuación de las tareas iniciadas en el año 2005, que concluyeron que ésta era una zona de viviendas celtibéricas de la primera mitad del siglo II a. C.
A diferencia de otras zonas de Segeda, donde los restos de esta época aparecen debajo de potentes capas de sedimentos de tres metros de espesor, en el Área 4 se localizan muy próximos a la superficie, donde han sufrido la destrucción por la acción del arado y de los antiguos cultivos de cepas, cuyos hoyos se perciben entre las estructuras y niveles excavados. Dado el desconocimiento existente en la Celtiberia de los espacios domésticos, la información proporcionada en esta campaña es de "suma importancia".
Pero, sin duda, el elemento "más excepcional" aparecido en las excavaciones de este año corresponde a la base de un horno de fragua. La estructura de combustión del fogón se encuentra excavada en el suelo, en forma de teja, mide 63 por 22 centímetros y se halla revocada en su interior con arcilla. Estos testimonios muestran el origen de la metalurgia celtibérica del hierro, muy alabada posteriormente por los escritores romanos. Los análisis realizados han demostrado que llegaron a convertirlo en verdadero acero.
El pueblo celtíbero se formó en el siglo VII a. C., y se localizó fundamentalmente en el noreste de la Península Ibérica. Segeda fue uno de los municipios más destacados de la época.Las excavaciones arqueológicas están siendo subvencionadas por la Diputación Provincial de Zaragoza -a través de de la Fundación Segeda-, la Dirección General de Patrimonio y el Inae, del Gobierno de Aragón.
Fuente: El Heraldo de Aragón
Más información: web La Ciudad Celtibérica de Segeda
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