la santa sede muestra su interés por todas las piezas
Las inscripciones en euskera de temática cristiana e imágenes de la vida de Jesús son únicas en el mundo
vitoria. El mundo arqueológico internacional mira estos días con asombro a Álava donde se acaba de encontrar la representación epigráfica más antigua del mundo de una escena de la vida de Jesús -el Calvario de Veleia-, así como inscripciones de temática cristiana en euskera, como mínimo, medio milenio más tempranas que las que colocaron como Patrimonio de la Humanidad a los monasterios de Suso y Yuso en San Millán de la Cogolla. La expectación ha llegado a tal punto que hasta el Vaticano ha mostrado su interés por uno de los conjuntos epigráficos más importantes del mundo romano que han hallado los arqueólogos del yacimiento alavés.
Según han apuntado fuentes eclesiásticas a este periódico, emisarios del Papa Benedicto XVI conocían la aparición de estos materiales desde hace varias semanas. Pero la relevancia de las piezas halladas, sobre todo por su cronología (siglo III después de Cristo y en plena persecución de los fieles al cristianismo) hizo que la Santa Sede enviara al enclave alavés a algunos especialistas en época romana de la Curia para comprobar in situ la importancia de una pieza como el Calvario, las ostrakas con dioses paganos asaetados, así como los grafías en euskera en otros materiales que apuntan a esa misma época.
Los emisarios del Vaticano certificaron que, a pesar de su sencillez, el matetial epigráfico hallado en Iruña Veleia, que data del siglo III después de Cristo, es de un gran valor histórico puesto que no se conoce ninguna otra representación gráfica de la muerte del Hijo de Dios tan temprana. Ni siquiera en las propias catacumbas, en Roma, según señaló el propio director del yacimiento arqueológico, Eliseo Gil, se encuentra dibujada una reconocible figura de Cristo en su camino hacia el monte Gólgota y crucificado en la cruz, tal y como adelantó DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA.
Asimismo, el descubrimiento exigirá una revisión histórica de las hipótesis que se mantenían en torno al origen del cristianismo en el País Vasco que, hasta la fecha,tan sólo constaba con testimonios arqueólogicos 200 años más recientes; es decir, del siglo V después de Cristo, con la iglesia descubierta en Salinillas de Buradón.
Con todo, a pesar de que la representación desenterrada en Iruña Veleia se ha hecho pública esta semana, la Diócesis de Vitoria ya conocía de antemano la aparición de la pieza y su relevante significado. Precisamente representantes de la Diócesis dieron a conocer el descubrimiento a las más altas esferas de la Santa Sede que, de inmediato, enviaron a sus propios observadores al yacimiento alavés.
Durante visita, los emisarios pudieron comprobar in situ el valor del preciado hallazgo, así como elogiar ante los arqueólogos el estado de conservación de las piezas. Y eso pese a que todavía no se había hecho público que las piezas habían superado las pruebas de carbono 14 y las detecciones de un acelerador de partículas en diversos laboratorios europeos.
De momento, la conclusión de la visita de los emisarios de la Santa Sede se mantiene bajo el más estricto secreto. Pero el material descubierto ya ha sorprendido a los más eminentes especialistas eclesiásticos, acostumbrados a preservar y estudiar materiales de esta época romana halladas en otros yacimientos del primer nivel a lo largo de todo el mundo y que suelen acabar en sus vitrinas bajo intensas medidas de seguridad.
Del periodo que data el Calvario, el siglo III, cuando las comunidades cristianas eran perseguidas en el Imperio Romano, sólo se conocían hasta el momento imágenes-signo aparecidas, sobre todo, decorando los muros de la catacumbas, aunque con poco detalle figurativo. Por el momento, los hallazgos que ha revolucionado a investigadores, políticos o diferentes personalidades del mundo académico, se encuentra en el Museo de Arqueología de Vitoria.
Fuente: Noticias de Álava
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