El asomo de los restos de Talavera La Vieja coincide en el tiempo con la exposición sobre el tesoro hallado en este enclave hace más de una década, aprovechando la sequía que atravesaba no solo la cuenca del Tajo, sino toda la península.
Bajo el título 'El tesoro orientalizante de Talavera La Vieja', la Fundación Concha de Navalmoral de la Mata acoge diversos hallazgos arqueológicos cuya importancia se explica asimilando su valía -guardando las particularidades de cada uno- con el también denominado 'tesoro' de Aliseda. Para su presentación los arqueólogos de la Junta de Extremadura Javier Jiménez y Carlos Morán se desplazaron a Navalmoral, desgranando las características y procedencia de las piezas encontradas, en cuya localización e incautación participó una unidad especializada de la Policía Nacional.
Restos funerarios
La mayor parte de estos minúsculos vestigios son joyas de oro y plata, depositadas en el interior de una vasija junto a restos de huesos quemados, probablemente procedentes de varias incineraciones pertenecientes a seis cadáveres: un individuo adulto masculino, cuatro femeninos y uno infantil, lo que hace presagiar una familia al completo sin descartar un posible sacrificio ritual.
Volviendo a las joyas, se trata de varias arracadas (grandes pendientes que se colgaban de la parte superior de la oreja) realizadas tanto en oro como en plata, colgantes, brazaletes, anillos, puntas de lanzas, fragmentos del broche de un cinturón y de un peine de marfil, agujas de hueso, cuchillos y dos escarabeos, entre otros.
Especial reseña merecen estos últimos por su singularidad. Estos amuletos con forma de escarabajo contenían sendas inscripciones de geroglíficos egipcios, que vienen a significar 'Favorito de la Dorada' y Amado de Amon-Ra y Maat'.
Varias civilizaciones
Tras el análisis por separado de cada pieza, los investigadores han fijado el paso de varias civilizaciones por Augustóbriga. Además de la Romana -obvio por los numerosos restos constructivos- los objetos nos remiten a ocupaciones más antiguas. Entre ellas los arqueólogos citaron el Bronce Final (siglo IX-VIII a.C.) y el Periodo Orientalizante (siglos VI-V a.C.).
Sobre las singularidades de las piezas también destacaron la existencia de conchas que en su estado natural únicamente se encuentran el las costas de África Central, entre Liberia y Namibia, con toda probabilidad traídas por los fenicios tras algunos de sus periplos por el continente africano.
Intensa vida social
De igual forma, los arqueólogos subrayaban la gran entidad y la ingente vida social que concentraba Talavera La Vieja en la época romana, como así lo atestiguan sus numerosas construcciones de gran calidad, termas, canales para el agua y las cloacas, sus áreas funerarias, los restos de lápidas y piedras encontradas con inscripciones de todo tipo, etcétera.
La muestra permanecerá en la Fundación Concha hasta finales de mes y puede ser visitada de lunes a viernes en horario de mañana y tarde y los sábado por la mañana.
Fuente: Hoy
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