La muestra "Fragmentos de historia", sobre los yacimientos de la provincia, se inaugurará la próxima semana.
Leonor Franco. Teruel
El Museo de Teruel ha terminado la restauración de 88 piezas arqueológicas que formarán parte de una gran exposición sobre la historia de los yacimientos de esta provincia y cuya inauguración está prevista para la próxima semana.
Para realizar la intervención, en la que se han invertido ocho meses, el Museo, dependiente de la Diputación Provincial, se ha visto obligado a contratar a ocho especialistas, ya que la institución tan sólo dispone de una restauradora en su plantilla y resultaba totalmente insuficiente para esta labor. La experta turolense se ha encargado de dirigir los trabajos técnicos.
En la muestra, concebida hace dos años dentro de los actos conmemorativos del cincuenta aniversario de la creación del centro, se exhibirán fondos procedentes de excavaciones turolenses pero depositados en la actualidad en el propio Museo de Teruel, en el Arqueológico Nacional (MAN) -en donde permanece el grueso de los hallazgos de los yacimientos de Azaila- y en otras instituciones de Zaragoza, Barcelona y Menorca. Los fondos restaurados corresponden a las dos primeras entidades.
La directora del Museo turolense, Carmen Escriche, señaló que la muestra estará compuesta por más de 200 piezas, 24 de las cuales han sido cedidas por el MAN. "Uno de los requisitos exigidos por el centro madrileño para poder efectuar el préstamo era la restauración, sufragada por la Diputación Provincial, de estos fondos que se encuentran en sus almacenes", explicaba la directora.
Museo Arqueológico Nacional
Para la recuperación de los materiales, el organismo provincial ha tenido que contratar a dos restauradoras que debieron realizar las operaciones en las mismas instalaciones del Museo Arqueológico Nacional. Estos objetos de piedra, cerámica y metal eran originarios de los yacimientos del Cabezo de Alcalá de Azaila y del Cuarto de Griegos.
La exposición mostrará materiales prácticamente inéditos, que serán exhibidos al público por primera vez. Son los que se encuentran depositados en Madrid, la mayoría de los cuales no han salido de las cajas de embalaje. Poco conocidas también son las 64 piezas de diversa naturaleza que forman parte de las colecciones del museo turolense y que han sido, igualmente, restauradas para esta ocasión especial. Una buena parte de ellas proceden de los yacimientos del Castelillo de Alloza, el Cabezo de La Guardia de Alcorisa y el Alto Chacón. El Departamento de Patrimonio del Gobierno de Aragón ha contribuido económicamente a financiar los trabajos. De hecho, es el titular de buena parte de las obras.
La restauración se ha llevado a cabo mediante una completa coordinación de todos los procesos a seguir, acordados entre los restauradores, los responsables de la exposición y los técnicos de las instituciones comprometidas. El programa de conservación-restauración ha incluido trabajos de documentación previa sobre el estado de cada una de las piezas intervenidas y los posteriores tratamientos específicos, atendiendo al criterio de irreversibilidad e inocuidad hacia las obras, establecido por las partes implicadas en este acontecimiento cultural.
Préstamos complejos
La directora del Museo de Teruel señaló que la muestra fue pensada para formar parte de los actos que conmemoraban el 50 aniversario de la institución, una efeméride que se cumplió el año pasado. "La complejidad de todos los trámites que hay que cubrir para conseguir piezas de otros museos retrasó la exposición, que no llegó a tiempo para el aniversario", explicaba Carmen Escriche, quien subrayó que "no es fácil" que los organismos presten sus fondos. La necesidad de las restauraciones posteriores complicó todavía más esta actividad cultural.
A pesar de los esfuerzos realizados por los responsables del Museo de Teruel, hay piezas emblemáticas que no estarán presentes en las vitrinas del centro. Al menos en su formato original. Es el caso del thymaterion de Calaceite, una pieza depositada en el MAN que por su delicado estado de conservación hace tiempo que ya no sale de estas instalaciones madrileñas. La exposición, contará, no obstante, con una reproducción de este objeto que actualmente se encuentra en el Museo Joan Cabré de Calaceite.
Carmen Escriche anunció que la exposición se convertirá en una ocasión única para ver piezas verdaderamente singulares, la mayoría, muy desconocidas. Entre ellas, destaca la más antigua de las localizadas en las excavaciones de la provincia; unos hallazgos correspondientes al Paleolítico Inferior. Se trata de una serie de cantos rodados, trabajados en cuarcita, que se utilizaban como instrumentos domésticos. Se descubrieron en el año 1912, en un yacimiento superficial, en tierra de pizarra, ubicado en el barrio de Teruel de San Blas.
Emblemáticos son, igualmente, los objetos que se expondrán en la capital procedentes de unas excavaciones de Calaceite, por ser las primeras catas arqueológicas que se realizaron en la provincia, en 1909. Según señaló la directora del Museo de Teruel, son piezas localizadas en la tumba de una necrópolis, como una coraza y un thymaterion.
Fuente: El Heraldo
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