El subsuelo de la ciudad de Murcia sigue escondiendo tesoros.
La última joya en salir a la luz ha sido un pequeño oratorio, con toda probabilidad el de uso privado de los residentes del Alcázar -precisamente ubicado donde hoy se erige la Iglesia-Museo de San Juan de Dios- que ha resultado ser un ejemplo único en la Región y que mantiene su alzado en el muro de la qibla y el del mihrab o nicho orientado hacia La Meca. 29/6/2007 - F. S.
Fuente: La Verdad
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