Monumentos Alavista ha organizado una conferencia de presentación que se celebrará mañana en el Museo El 'Asklepeion' estaba consagrado a Apolo, Higia y Asklepeios.
FÁTIMA VILA/CÁDIZ
Hubo un tiempo en el que los enfermos consultaban en sueños a los dioses. En los que una sala oscura, subterránea, servía de puerta semiterrena a los pacientes que, durante la noche, se mezclaban entre brumas para encontrar la solución a sus dolencias. En la antigua Roma el asklepeion servía de sanatorio y lugar ritual para los males, de lugar de curación del cuerpo a través de los vericuetos del alma. La empresa arqueológica Monumentos Alavista presentará mañana en el Museo de Cádiz los últimos hallazgos del yacimiento de la Casa del Obispo que demuestran que aquel suelo fue utilizado, durante el periodo romano, como hospital-santuario dedicado a la trinidad Apolo, Asklepeios e Higia.
Fruto de diez años de trabajo, los arqueólogos de la Casa del Obispo, trabajando en colaboración con los de la Universidad de Córdoba, dan así un nuevo paso en la reconstrucción de este complicado puzzle. La conclusión a la que se ha llegado después del estudio piedráfico, de la investigación de los fragmentos de escritura, del estudio de las pinturas y del análisis arquitectónico (de elementos constructivos y decorativos) ha determinado que este santuario y hospital es un eslabón más del proceso de sacralización de este espacio hasta la actualidad.
Desde Alavista consideran que este numen o espiritualidad del terreno pudo datar de la época púnica, alrededor del siglo VI a.d.C., momento a partir del cuál el espacio va teniendo sucesivos usos religiosos. La construcción del asklepeion en el siglo II a. d. C. hasta el siglo segundo de nuestra era y su posterior uso como necrópolis visigoda en el VI, su situación aledaña a la mezquita en la época musulmana y su final destino cristiano a partir de la anexa Catedral Vieja en el siglo XIII confirman esta idea.
Fruto de la naturaleza portuaria de esta urbe, lugar de entrada y salida de mercancías, es la existencia de un conjunto de estas características, no siempre presente en el entramado de las ciudades romanas. Para llegar a todas estas conclusiones, el equipo de trabajo formado por Álvaro Cánovas y Carmen Giral (pinturas), por Ángel Ventura y Juan de Dios Borrego de la Paz (elementos decorativos arquitectónicos, escultóricos y epigráficos) y José M. Gener y Juan M. Pajuelo (arquitectura y estratografía), entre otros muchos profesionales, ha llevado a cabo un estudio arquitectónico para determinar la estructura del sitio así como su cotejación con construcciones similares a través de complejas bases informáticas aunque señalan la gran importancia de la epigrafía (lectura de los dibujos e inscripciones sobre piedras en los fragmentos de lápidas) en los resultados. Entre las curiosidades, está el haber encontrado la epigrafía de uno de los canteros que elaboró el templo o las huellas de las placas de mármol con las que éste estaba revestido. Un verdadero puzzle de testimonios que aislados no reportan explicación y juntos son capaces de resucitar la historia de este lugar de pasado fascinante.
Clasificado como un templo tetrástilo -de cuatro columnas- en fachada, el complejo hallazgo del asklepeion de Gades y la dificultad para ensamblar y cotejar todas las piezas del puzzle del yacimiento tiene que ver con el abandono de la ciudad en torno al siglo IV, tiempo en el que la gente se dedicó a expoliar los elementos valiosos utilizándolos como canteras para otras construcciones lo que impide contar con restos completos.
Consagrados a Apolo, Asklepeios e Higia -dioses de la curación, la medicina y de la salud, respectivamente- los Asklepeion era un conjunto arquitectónico sagrado formado por tres templos y altares en los que los enfermos, introducidos en la sala subterránea o incubatio durante la noche, recibían la revelación de los dioses para encontrar el remedio a sus dolencias.
Fuente: La Voz Digital
Hubo un tiempo en el que los enfermos consultaban en sueños a los dioses. En los que una sala oscura, subterránea, servía de puerta semiterrena a los pacientes que, durante la noche, se mezclaban entre brumas para encontrar la solución a sus dolencias. En la antigua Roma el asklepeion servía de sanatorio y lugar ritual para los males, de lugar de curación del cuerpo a través de los vericuetos del alma. La empresa arqueológica Monumentos Alavista presentará mañana en el Museo de Cádiz los últimos hallazgos del yacimiento de la Casa del Obispo que demuestran que aquel suelo fue utilizado, durante el periodo romano, como hospital-santuario dedicado a la trinidad Apolo, Asklepeios e Higia.
Fruto de diez años de trabajo, los arqueólogos de la Casa del Obispo, trabajando en colaboración con los de la Universidad de Córdoba, dan así un nuevo paso en la reconstrucción de este complicado puzzle. La conclusión a la que se ha llegado después del estudio piedráfico, de la investigación de los fragmentos de escritura, del estudio de las pinturas y del análisis arquitectónico (de elementos constructivos y decorativos) ha determinado que este santuario y hospital es un eslabón más del proceso de sacralización de este espacio hasta la actualidad.
Desde Alavista consideran que este numen o espiritualidad del terreno pudo datar de la época púnica, alrededor del siglo VI a.d.C., momento a partir del cuál el espacio va teniendo sucesivos usos religiosos. La construcción del asklepeion en el siglo II a. d. C. hasta el siglo segundo de nuestra era y su posterior uso como necrópolis visigoda en el VI, su situación aledaña a la mezquita en la época musulmana y su final destino cristiano a partir de la anexa Catedral Vieja en el siglo XIII confirman esta idea.
Fruto de la naturaleza portuaria de esta urbe, lugar de entrada y salida de mercancías, es la existencia de un conjunto de estas características, no siempre presente en el entramado de las ciudades romanas. Para llegar a todas estas conclusiones, el equipo de trabajo formado por Álvaro Cánovas y Carmen Giral (pinturas), por Ángel Ventura y Juan de Dios Borrego de la Paz (elementos decorativos arquitectónicos, escultóricos y epigráficos) y José M. Gener y Juan M. Pajuelo (arquitectura y estratografía), entre otros muchos profesionales, ha llevado a cabo un estudio arquitectónico para determinar la estructura del sitio así como su cotejación con construcciones similares a través de complejas bases informáticas aunque señalan la gran importancia de la epigrafía (lectura de los dibujos e inscripciones sobre piedras en los fragmentos de lápidas) en los resultados. Entre las curiosidades, está el haber encontrado la epigrafía de uno de los canteros que elaboró el templo o las huellas de las placas de mármol con las que éste estaba revestido. Un verdadero puzzle de testimonios que aislados no reportan explicación y juntos son capaces de resucitar la historia de este lugar de pasado fascinante.
Clasificado como un templo tetrástilo -de cuatro columnas- en fachada, el complejo hallazgo del asklepeion de Gades y la dificultad para ensamblar y cotejar todas las piezas del puzzle del yacimiento tiene que ver con el abandono de la ciudad en torno al siglo IV, tiempo en el que la gente se dedicó a expoliar los elementos valiosos utilizándolos como canteras para otras construcciones lo que impide contar con restos completos.
Consagrados a Apolo, Asklepeios e Higia -dioses de la curación, la medicina y de la salud, respectivamente- los Asklepeion era un conjunto arquitectónico sagrado formado por tres templos y altares en los que los enfermos, introducidos en la sala subterránea o incubatio durante la noche, recibían la revelación de los dioses para encontrar el remedio a sus dolencias.
Fuente: La Voz Digital
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