El candil muestra a un médico realizando una exploración a una mujer enferma de cáncer. La pieza fue hallada en un vertedero de La Candamia y data del siglo I, época de la Legio VI.
El yacimiento romano de León sigue desvelando hallazgos. El último es especialmente revelador por cuanto que se trata de un unicum , esto es, una pieza arqueológica sin paralelos en el resto del mundo.
El vestigio es una lucerna perteneciente a la primera mitad del siglo I (pertenece por lo tanto al campamento de la Legio VI) cuya singularidad radica en el hecho d que muestra la imagen de un médico realizando una exploración ginecológica a una mujer con un espéculo.
A pesar de la novedad de su estudio, la lucerna la encontró el arqueólogo municipal, Victorino García Marcos, en la escombrera de La Candamia en los años setenta. Con toda probabilidad, la pieza acabó allí después de la construcción del parking de San Marcelo, en una época en la que el respeto por la arqueología y el valor que se daba a los tesoros del pasado dejaba mucho que desear. Un grupo de entusiastas reunidos en torno a Misión Rescate consiguió salvar decenas de piezas en una labor encomiable, gracias a la que hoy se conserva esta lucerna.
El candil ha sido estudiado por el profesor de la Universidad de León Ángel Morillo, y está incluida en su investigación Lucernas romanas en la región septentrional de la península ibérica , publicado por la editorial Montanac. Morillo considera que la pieza tuvo que ser un encargo del médico, de la mujer enferma o del marido de ésta. Además, precisa que su importancia radica no sólo en el hecho de que se trata de un unicum sino en la circunstancia de que en León, al menos de momento, no se ha descubierto el lugar donde se ubicaba el valetudinario (hospital).
«León se convirtió en el único campamento legionario, con lo que debía tener un hospital de la suficiente entidad», destaca. Precisa asimismo que éste debería haberse encontrado al norte del campamento (siempre en un lugar que recibiera aire fresco) ocupando un lugar lo suficientemente amplio para albergar un edificio alrededor de un patio.
El mismo Ángel Morillo encontró una lápida perteneciente a este edificio que refleja divinidades sanadoras, como el dios Esculapio. En este sentido, hay que subrayar que todos los hospitales solían disponer de un lugar sagrado (espacio al que podría corresponder la citada estela). El hecho de que la viñeta refleje una escena femenina podría chocar por el hecho de que siempre se ha asumido que no había mujeres en el campamento.
Sin embargo, las investigaciones realizadas por la arqueóloga Penelope Allison demuestran que esta es una verdad a medias. «Dentro del recinto del fuerte vivían mujeres; ¿Cree que de lo contrario 300 hombres habrían aguantado en un fuerte durante alrededor de 25 años?», se pregunta. «Definitivamente, los campamentos no eran dominios masculinos».
Fuente: Diario de León
No hay comentarios:
Publicar un comentario