"Todas nuestras piezas han sido adquiridas de forma legal. El 90 por ciento de lo que poseemos procede de las más prestigiosas subastas del mundo, de Londres, París y Nueva York". Fernando Bernáldez Fernández -propietario de la firma Félix e Hijo de la capital andaluza-, de 47 años, es uno de los anticuarios sevillanos imputados en la operación Dionisio de la Guardia Civil como presunto autor de un delito de tráfico de piezas arqueológicas.
Bernáldez, con quien pudo conversar ayer este periódico, aseguró que "de estas tallas podemos acreditar cartulinas de patrimonio, lo que asegura que no son del Estado sino mías y que no proceden de ningún expolio arqueológico. Tampoco existe ni blanqueo ni exportación de bienes".
El anticuario se encuentra, junto a Cesáreo Bernáldez -su padre, conocido popularmente como Félix- y su hijo, en libertad con cargos depués de declarar en el juzgado número 2 de Marchena. Bernáldez destacó lo "sospechoso" del hecho de que cuatro de las piezas intervenidas permanecieran en depósito en el Museo Arqueológico Nacional durante seis meses esperando a ser compradas y que, tras no concretarse la venta, se haya producido la incautación.
"Uno de nuestros principales compradores es el Ministerio de Cultura, con quien ya hemos facturado 1,20 millones de euros. No hemos expoliado nada. Todo lo que hacemos es importar para enriquecer al país; apenas hacemos exportaciones". Además, el anticuario sevillano precisó que ninguna de las piezas intervenidas tiene origen hispánico.
"De las cuatro tallas más importantes que han requisado, dos fueron compradas en subastas internacionales de Múnich, y tienen todos los documentos que acreditan su legalidad. Las otras dos proceden de la tienda de Londres de un prestigioso anticuario de origen húngaro", explicó Bernáldez.
La Guardia Civil también se incautó en el aeropuerto de San Pablo de una Venus y una pequeña cabeza de una diosa. "La primera iba a enviarse a mi domicilio de Londres y la estatuilla a ser devuelta a su propietario en esta misma ciudad. Éste me la había dejado en depósito pero no me acabó gustando", añadió. El especialista detenido por el instituto armado asegura además que las piezas no pueden pertenecer por ley al Estado hasta que no transcurren diez años desde su entrada en España.
Su padre, Cesáreo, de 74 años, se muestra mucho más crítico. "Por vender un titular a la prensa nos están dañando gravemente tanto a los profesionales del comercio de la arqueología clásica como a los de la numismática". Así se expresaba ayer el anticuario durante una entrevista con este periódico en un comercio del centro de la ciudad.
"Cada vez que hay un registro se produce un atropello. Nos sentimos indefensos. Los nuestros son dos negocios que no prohíbe la ley, pero cuando llega la Guardia Civil, con la que estamos totalmente dispuestos a colaborar contra la ilegalidad, toda nuestra documentación es inservible. Se llevan todo", aseguró Cesáreo Bernárdez. "Llevo más de 45 años de trayectoria profesional. Ahora le ha tocado el turno a la arqueología y a las monedas, pero lo siguientes serán la pintura y los libros antiguos", relató el veterano especialista en numismática sevillano.
Tanto Cesáreo como su hijo Fernando Bernáldez y su nieto quedaron el viernes en libertad con cargos después de declarar en el Juzgado de Instrucción número 2 de Marchena imputados por un delito de contrabando de piezas arqueológicas. También en el marco de la misma operación fue detenido en Münich el anticuario húngaro afincado en Londres William Peres, que, al igual que los tres miembros de la familia Bernáldez, quedó libre el viernes.
Cesáreo Bernáldez Carvajal cuenta con una carrera en el sector de más de 45 años y un importante prestigio acumulado en Sevilla, por lo que asegura no entender su arresto. Es socio fundador de la Asociación Española de Comerciantes en Numismática. Su hijo, Fernando Bernáldez Fernández, es especialista en Historia del Arte y Arqueología Clásica y asesora a las mayores colecciones de arqueología y fundaciones privadas de España y de Europa.
Fuente: Diario de Sevilla
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