03 diciembre 2007

La reina perdida de Egipto

El primer laboratorio de ADN ancestral del mundo, creado por Discovery Channel, ha permitido identificar a Hatshepsut, la reina faraón, 3.500 años después de su muerte.

El programa de Discovery Channel El misterio de la reina perdida de Egipto, revela evidencias arqueológicas, forenses y científicas que identifican a una momia de 3.500 años de antigüedad como Hatshepsut, la reina que se convirtió en faraón de Egipto. Este hallazgo ya es considerando el más importante del Valle de los Reyes desde el descubrimiento de la tumba de Tutankamón.

Durante el estreno del documental, esta noche a las 23.10 horas, se sigue a un prestigioso y reconocido equipo de expertos forenses, liderado por Zahi Hawass, Secretario General del Consejo Supremo de Antigüedades de Egipto, que utilizan por primera vez lo más innovador de la tecnología forense con el objetivo de identificar a Hatshepsut. Gracias al análisis de un molar logran dar con Hatshepsut, hallada en la tumba de su nodriza.

Más poderosa que Cleopatra

Más poderosa que Cleopatra o Nefertiti, Hatshepsut tomó posesión del trono durante la minoría de edad de su hijastro, vistiéndose como un hombre. En una actuación política sin precedentes, se declaró a sí misma como faraón cuando contaba con 22 años de edad. Aunque su poder alcanzó todos los lugares de Egipto y su reinado fue muy próspero, el legado de Hatshepsut fue sistemáticamente borrado de la historia de Egipto.

Los registros históricos fueron destruidos, los monumentos derribados y su cadáver retirado de su tumba. Su muerte también está rodeada de misterio. Las tareas de investigación conducen a Hawass y a su equipo a las criptas o cámaras funerarias que se localizan bajo el suelo de Egipto y a las profundidades del Museo del Cairo.

Haciendo uso de sus conocimientos sobre la momificación real egipcia y siguiendo las pistas de dos tumbas relacionadas con Hatshepsut, los expertos estrechan el cerco de la investigación en tan sólo cuatro momias procedentes de las tumbas kv60 y db320, de entre varios miles de cadáveres sin identificar. 1397124194 Un molar identifica a la reina Un escáner tomográfico computarizado permite a los científicos relacionar ciertas características físicas de las cuatro momias con aquellas de los familiares conocidos de Hatshepsut, Tutmosis I, su padre y Amosis Nefertari, su abuela.

La búsqueda rápidamente concluye en dos posibilidades, ambas provenientes de la tumba de la nodriza de Hatshepsut; y la pista final se localiza en un vaso canopo inscrita con el nombre femenino del faraón. El escáner de esta caja muestra una pieza dental que, al ser medida, encaja perfectamente con un molar superior que falta de una de las dos momias. Hatshepsut, aquejada de un tumor severo que ya le había afectado al hueso de la pelvis y con una severa osteoporosis murió de una septicemia, una infección en un molar. Su momia descansaba a salvo junto a su nodriza, quien la había cuidado desde su infancia.

«El descubrimiento de la momia de Hatshepsut es uno de los más importantes hallazgos de la historia de Egipto», afirmó Hawass. «Su reinado durante la decimoctava dinastía del Antiguo Egipto fue muy próspero, aunque misteriosamente su existencia fue borrada de la historia. Esperamos que esta momia nos ayude a resolver este enigma así como la misteriosa causa de su muerte».

Fuente: Diario de León

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