Un hallazgo arqueológico localizado en Monforte del Cid ha echado por tierra la ya cuestionada teoría de que los musulmanes fueron los primeros en introducir en la Península Ibérica sistemas de regadío en las explotaciones agrícolas.
Los restos de una acequia aparecidos en la partida de Agualejas y datados entre los siglos I y II después de Cristo demuestran que quinientos años antes los romanos ya habían construido.
El descubrimiento ha sido posible gracias a las catas realizadas por el arqueólogo eldense Gabriel Segura. La empresa que dirige, Arquealia, fue contratada por el Ministerio de Medio Ambiente a través de la Confederación Hidrográfica del Júcar para prestar la asistencia técnica a las obras de construcción de la depuradora que dará servicio a Monforte y Novelda.
La acequia romana ha aparecido a un kilómetro de la estación de aguas residuales y en un tramo donde Acsa Obras e Infraestructuras, la empresa responsable de la ejecución del proyecto, tiene planificado instalar los colectores que transportaran los residuos líquidos procedentes de Novelda.
Al tratarse de una zona agrícola, los restos arqueológicos que se han sacado a la luz están muy deteriorados por el desgaste sufrido a lo largo de veinte siglos. No obstante, la importancia del descubrimiento no se basa en su dimensión material sino en la valiosa información que ofrece al constatar que los romanos fueron pioneros en implantar el sistema de regadío. El propio Gabriel Segura explicaba ayer que este descubrimiento es «único en la provincia y hay contados precedentes en el conjunto de la Comunidad Valenciana».
La excavación y documentación del hallazgo ha concluido esta semana y en los próximos días todo el conjunto va a ser enterrado para garantizar su conservación, todo salvo una pequeña parte que se destruirá por el paso del colector. No es el único punto donde han aparecido vestigios de cerámica de época Alto Imperial. Las prospecciones previas al trazado de las futuras conducciones confirman la presencia de otros tres yacimientos. Su alcance se desconoce en estos momentos aunque su relevancia se presume.
De hecho, de la riqueza arqueológica de Monforte del Cid, y más concretamente de la partida de Agualejas y del camino del Río, no hay dudas. En este enclave, en los terrenos más fértiles del amplio valle de Monforte-Novelda-Aspe, habitaron durante más de un milenio, entre los siglos VI a.C. y VII d.C., poblaciones íberas y posteriormente hispanorromanas. Cerca de este lugar, aunque no se sabe concretamente el punto exacto, pasaba la Vía Augusta del Imperio Romano que era el eje vertebrador de todo el Vinalopó, un territorio constituido por una serie de ciudades entre las que destacaba Iaspis, villa o conjunto de villas que aparecían incluso en los itinerarios romanos y que los arqueólogos sitúan en este paraje monfortino.
«Después de la zona de La Alcudia de Elche, Monforte es la segunda más importante en riqueza arqueológica», afirma el experto, quien también ha elogiado el «interés y la coordinación» para la defensa del patrimonio que las Administraciones local, autonómica y estatal están demostrando desde que hace dos años la Confederación del Júcar comenzó a construir la depuradora. «Bien controlada y coordinada este tipo de obra pública contribuye a incrementar el conocimiento histórico y arqueológico. Y esto es un claro ejemplo de ello», indica Segura tras recordar que la ejecución de esta infraestructura también ha permitido encontrar dos toros ibéricos del siglo V antes de Cristo.
Fuente: Diario Información
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